Hola de nuevo, amigos neotropicales. Hoy os traigo una breve reseña de una película que he visto y que a lo mejor no conocéis, pero que merece la pena ver: Hijos de la gloria. Se trata de una película húngara, de la directora Krisztina Goda y el productor estadounidense Andrew Vajna.
Esta película basada en hechos históricos se estrenó en 2006, y este año no fue casual, ya que se cumplían 50 años de los acontecimientos ocurridos en Hungría en 1956. Este año, 2016, se cumplen 60 años y algunos edificios de Hungría se han llenado de carteles conmemorativos.
Vayamos a lo que todos estáis preguntándoos. ¿De qué va? Comienza con el partido de waterpolo entre Hungría y la URSS en los Juegos Olímpicos de Melbourne. En estas escenas vemos a un árbitro comprado que le da una inmerecida victoria al equipo soviético. A partir de aquí ya podemos suponer en qué línea se desarrollará la película: unos buenos muy buenos y unos malos malísimos, el bando de los buenos que se rebela contra la tiranía de los malos, tiros, banderas, tanques, más tiros…
Este largometraje refleja las revueltas y la cruda lucha del pueblo húngaro por conseguir liberarse del sometimiento soviético. Los protagonistas, un joven del equipo nacional de waterpolo y una estudiante revolucionaria, ambos valientes, nobles y decididos contra un poder represivo e implacable que lo controla todo.
En definitiva, una película muy recomendada sobre todo para los fans del cine histórico del siglo XX. Si la veis o ya la conocíais, dejad un comentario en esta entrada compartiendo vuestra opinión sobre la peli. Yo empecé a verla con pocas expectativas, pero os aseguro que no me decepcionó.
¡Hasta la próxima entrada!
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